Otra de las preguntas que muchos peruanos nos hacemos es: ¿Por qué el estado sigue apoyando este tipo de espectáculos, a pesar que ya han sido calificados como no-culturales?, ¿Por qué el estado sigue creyendo que es su obligación incentivar y/o publicitar este tipo de espectáculos?, ¿Por qué el Perú no ha firmado aún la Declaración Universal De los Derechos de los Animales?
La mayoría de los antitaurinos peruanos nos sentimos traicionados por el sistema de gobierno vigente. En el 2005, el Tribunal Constitucional declaro que los espectáculos con animales, especialmente las corridas de toros, peleas de gallos, peleas de perros, etc.; no eran espectáculos culturales, sino solo manifestaciones populares traídas por los españoles o creadas por sociedades pasadas. La razón principal de esta declaración es que un espectáculo no se puede llamar cultural cuando uno de sus participantes directos, hablamos del toro, sufre algún tipo de dolor.
La cultura no es infligir dolor, hacer correr sangre o causar la muerte. La cultura es una manifestación que hace que tanto el autor, como sus espectadores disfruten de la belleza de este. Pero el dolor, el sufrimiento, la sangre, la muerte, la violencia, etc.; no es cultura. Una estatua de mármol, una pintura, una estructura arquitectónica. Todo esto sí es arte, porque este tipo de manifestaciones solo causan impresión, felicidad, tranquilidad, paz y, a veces, hasta un proceso de catarsis.
Pero un espectáculo de sangre y dolor lo único que transmite es el nivel de crueldad que tiene el hombre. ¿De qué sirve que el hombre se queje de que cada vez hay más asesinatos, si el mismo no se da cuenta que las corridas de toros se han vuelto una especie de asesinatos legales?, ¿Acaso los hombres nos hemos resignado a ser condicionados en todo sentido por las clases adineradas?, ¿Acaso la muerte de un animal inocente se puede cambiar por unos cientos de soles?
Todas estas preguntas y más, son formuladas por las diversas personas que apoyan nuestro pensamiento. Pero para no ser muy alargado, diré directamente cual es la verdadera razón por la cual el gobierno se orina en los pantalones de miedo cuando se debate el tema de declarar, de manera inapelable, a nuestra querida Lima como antitaurina.
Al año, se calcula que se realizan alrededor de 4000 corridas de toros. Sacando la cuenta de un promedio de 6 toros por espectáculo, estamos hablando de 24000 toros que se usan en espectáculos antitaurinos. De esta cifra, se calcula que 15000 son toros de muerte. Actualmente un toro de lidia, de pura casta, fino; esta valorizado en un promedio de 8000 soles ($3300 aprox.). Sacando una simple multiplicación, solo en toros de muerte la tauromaquia saca la fuerte suma de 120 millones de soles, de los cuales el estado recibe el 15% por concepto de impuestos. Es decir, que el estado recibe anualmente, solo en el caso de corridas con toros a muerte, la suma de 18 millones soles. ¿Cómo el estado va a permitir que esa cantidad no entre a sus bolsillos? Tendrían que estar locos. ¿O no? Las cifras que les doy no estan sacadas de mi imaginacion, son fuentes reales sacadas de una muy respetable fuente taurina, asi que júzguenlo ustedes mismos.
Así que esta es la realidad de nuestro estado, un estado que no puede darse el lujo de dejar de percibir este tipo de ingresos, sin importar si esto implica que se deba derramar sangre inocente.
La mayoría de los antitaurinos peruanos nos sentimos traicionados por el sistema de gobierno vigente. En el 2005, el Tribunal Constitucional declaro que los espectáculos con animales, especialmente las corridas de toros, peleas de gallos, peleas de perros, etc.; no eran espectáculos culturales, sino solo manifestaciones populares traídas por los españoles o creadas por sociedades pasadas. La razón principal de esta declaración es que un espectáculo no se puede llamar cultural cuando uno de sus participantes directos, hablamos del toro, sufre algún tipo de dolor.
La cultura no es infligir dolor, hacer correr sangre o causar la muerte. La cultura es una manifestación que hace que tanto el autor, como sus espectadores disfruten de la belleza de este. Pero el dolor, el sufrimiento, la sangre, la muerte, la violencia, etc.; no es cultura. Una estatua de mármol, una pintura, una estructura arquitectónica. Todo esto sí es arte, porque este tipo de manifestaciones solo causan impresión, felicidad, tranquilidad, paz y, a veces, hasta un proceso de catarsis.
Pero un espectáculo de sangre y dolor lo único que transmite es el nivel de crueldad que tiene el hombre. ¿De qué sirve que el hombre se queje de que cada vez hay más asesinatos, si el mismo no se da cuenta que las corridas de toros se han vuelto una especie de asesinatos legales?, ¿Acaso los hombres nos hemos resignado a ser condicionados en todo sentido por las clases adineradas?, ¿Acaso la muerte de un animal inocente se puede cambiar por unos cientos de soles?
Todas estas preguntas y más, son formuladas por las diversas personas que apoyan nuestro pensamiento. Pero para no ser muy alargado, diré directamente cual es la verdadera razón por la cual el gobierno se orina en los pantalones de miedo cuando se debate el tema de declarar, de manera inapelable, a nuestra querida Lima como antitaurina.
Al año, se calcula que se realizan alrededor de 4000 corridas de toros. Sacando la cuenta de un promedio de 6 toros por espectáculo, estamos hablando de 24000 toros que se usan en espectáculos antitaurinos. De esta cifra, se calcula que 15000 son toros de muerte. Actualmente un toro de lidia, de pura casta, fino; esta valorizado en un promedio de 8000 soles ($3300 aprox.). Sacando una simple multiplicación, solo en toros de muerte la tauromaquia saca la fuerte suma de 120 millones de soles, de los cuales el estado recibe el 15% por concepto de impuestos. Es decir, que el estado recibe anualmente, solo en el caso de corridas con toros a muerte, la suma de 18 millones soles. ¿Cómo el estado va a permitir que esa cantidad no entre a sus bolsillos? Tendrían que estar locos. ¿O no? Las cifras que les doy no estan sacadas de mi imaginacion, son fuentes reales sacadas de una muy respetable fuente taurina, asi que júzguenlo ustedes mismos.
Así que esta es la realidad de nuestro estado, un estado que no puede darse el lujo de dejar de percibir este tipo de ingresos, sin importar si esto implica que se deba derramar sangre inocente.
Es este nuestro estado
No hay comentarios:
Publicar un comentario