Durante muchos años se me preguntaba, ¿Cuál es el significado de ser Antitaurino? Muchas veces esa pregunta apareció en las diversas conversaciones que tenia con grandes amigos antitaurinos de la vieja Lima, una Lima que cada día contempla el mayor dolor que una ciudad querida pueda sentir: el dolor de la violencia de sus pobladores.
Pero volviendo al tema, muchas personas quieren saber el significado de llamarse “Antitaurino”. Este no es un apodo, no es un insulto, no es un adorno a tu nombre ni mucho menos es una ideología o algo parecido. No es un grupo de personas que se reúnen mientras hay corridas de toros y protestan como si fueran locos. Tampoco es ponerse un pin del tamaño de la palma de la mano en el pecho, diciendo mensajes alusivos a la prohibición de las corridas de toros.
La respuesta es muy simple. Ser Antitaurino es ser un héroe en la lucha contra la crueldad mal llamada cultura. Ser Antitaurino es rebelarse contra un sistema que impone métodos de frenar la violencia y la muerte en varios tipos, pero que se hace la ciega al momento de debatir los puntos referentes a este tema. Ser Antitaurino es ser un hombre libre de toda culpa por estos espectáculos. Ser Antitaurino es pelear por un proyecto de prohibición de estos espectáculos, pero no una lucha violenta ni mucho menos armada, sino una lucha de pensamientos e ideales.
Estos últimos 2 años hemos visto como unos mal llamados “activistas” hacían desmanes y protestas violentas. Yo llevo más de 5 años de ser un Antitaurino, y un poco más de 2 años de considerarme un estudiante en el antitaurinismo. Y durante los 2 años que estudie el significado de ser antitaurino en el Perú, no vi una sola predica o idea que nos invocara a usar la violencia como arma de lucha.
Esto es algo que todos los antitaurinos no logramos todavía entender: LAS PELEAS NO SE GANAN CON VIOLENCIA, SINO CON INTELIGENCIA, AUDACIA Y SABER ELEGIR EL MEJOR MOMENTO EN EL CUAL ACTUAR.
Mi invocación por medio de esta publicación es la de continuar con esta lucha, pero no convertirla en algo de carácter genocida. El Antitaurino no busca convertirse en un terrorista, porque es eso lo que la gente piensa de nosotros. Ya es hora de empezar a actuar, pero actuar de una manera responsable, directa y libre de violencia.
¡YA BASTA!
Pero volviendo al tema, muchas personas quieren saber el significado de llamarse “Antitaurino”. Este no es un apodo, no es un insulto, no es un adorno a tu nombre ni mucho menos es una ideología o algo parecido. No es un grupo de personas que se reúnen mientras hay corridas de toros y protestan como si fueran locos. Tampoco es ponerse un pin del tamaño de la palma de la mano en el pecho, diciendo mensajes alusivos a la prohibición de las corridas de toros.
La respuesta es muy simple. Ser Antitaurino es ser un héroe en la lucha contra la crueldad mal llamada cultura. Ser Antitaurino es rebelarse contra un sistema que impone métodos de frenar la violencia y la muerte en varios tipos, pero que se hace la ciega al momento de debatir los puntos referentes a este tema. Ser Antitaurino es ser un hombre libre de toda culpa por estos espectáculos. Ser Antitaurino es pelear por un proyecto de prohibición de estos espectáculos, pero no una lucha violenta ni mucho menos armada, sino una lucha de pensamientos e ideales.
Estos últimos 2 años hemos visto como unos mal llamados “activistas” hacían desmanes y protestas violentas. Yo llevo más de 5 años de ser un Antitaurino, y un poco más de 2 años de considerarme un estudiante en el antitaurinismo. Y durante los 2 años que estudie el significado de ser antitaurino en el Perú, no vi una sola predica o idea que nos invocara a usar la violencia como arma de lucha.
Esto es algo que todos los antitaurinos no logramos todavía entender: LAS PELEAS NO SE GANAN CON VIOLENCIA, SINO CON INTELIGENCIA, AUDACIA Y SABER ELEGIR EL MEJOR MOMENTO EN EL CUAL ACTUAR.
Mi invocación por medio de esta publicación es la de continuar con esta lucha, pero no convertirla en algo de carácter genocida. El Antitaurino no busca convertirse en un terrorista, porque es eso lo que la gente piensa de nosotros. Ya es hora de empezar a actuar, pero actuar de una manera responsable, directa y libre de violencia.
¡YA BASTA!